Shmuley Boteach: ¿Dios siempre ha respondido a tus oraciones?
Michael Jackson: Por lo general, sí, desde luego que sí. Por eso creo.
SB: ¿Y sientes que ha estado contigo acompañándote durante algunas de esas etapas difíciles de tu vida?
MJ: No ha habido una sola cosa que le haya pedido y no me haya concedido. No son cosas materiales, claro. Te voy a decir algo que nunca le he dicho a nadie, y además de verdad, no tengo por qué mentirte y Dios sabe que no lo estoy haciendo. Creo que el éxito y la fama que he conseguido, que he anhelado, los deseaba porque en realidad buscaba que me quisieran. Nada más. Ésa es la verdad. Necesitaba que la gente me quisiera, que me quisiera sinceramente, porque nunca me he sentido verdaderamente querido. Ya he dicho que conozco mi talento. Pensaba que si lo perfeccionaba, la gente tal vez me querría más. Sólo deseaba que me quisieran porque me parece muy importante que te quieran y decirle a la gente que la quieres y mirarla a los ojos y decírselo.
Recuerdo que me recorrió un escalofrío cuando Michael dijo aquello; estaba sentado con la estrella más famosa del mundo entero, un ídolo al que tanta gente aspiraba a parecerse, y ahí estaba él diciéndome que todo lo que había hecho en la vida (todas esas canciones, las coreografías, el moonwalk) sólo tenía un único y sencillo propósito: mendigar unas migajas de amor. =(
Me dije que Michael vivía en un agujero negro donde no había ni un ápice de amor, un abismo de tales dimensiones que pocas personas podrían siquiera llegar a comprenderlo.
SB: Pero la otra cara de la moneda es que hubieras recibido grandes cantidades de amor cuando eras niño, Michael, y tal vez de haber sido ése el caso no te habrías esforzado tanto para alcanzar el éxito.
MJ: Eso es cierto, por eso no cambiaría nada, porque al final ha funcionado en muchos sentidos.
SB: ¿Así que conseguite darle la vuelta al desprecio y convertirlo en una bendición?
MJ: Sí...
SB: Recuerdo algo que dijo Paul McCartney hablando de ti una vez cuando acababas de convertirte en una gran estrella, creo que le preguntaron algo así como <<¿crees que Michael Jackson acabará como otras estrellas de rock _Dios no lo quiera_, muerto prematuramente a los treinta, consumido por las drogas?>>. Y McCartney contestó: <<No. Michael tiene un carácter completamente distinto, él no anda por ahí soltando tacos, no se emborracha...>> Lo dijo hará unos treinta años. ¿Tú eras consiente de eso, de que tenías un carácter distinto y si seguías por el camino que llevabas la fama y el éxito no acabarían por destrozarte como a otros?
¡Vaya! Ahora me entristece enormemente leer esta parte de la conversación, al cabo de ocho años nada más. ¡Si hubiera sabido que precisamente ésa era la suerte que correría! Pero por aquel entonces todo era distinto y Michael parecía una persona muy distinta.
MJ: Sí, siempre he sentido una inquebrantable determinación porque siempre he tenido también una visión clara de lo que quería hacer y hasta dónde quería llegar, y nada me lo iba a impedir. Estoy muy centrado en lo que quiero y sé lo que quiero y lo que deseo conseguir y no me voy a desviar de mi camino. A veces me desanimo, sí, pero sigo en la carrera de fondo, en dirección a la meta que me he marcado, y eso evita que me desvíe. Me entrego por completo.
SB: Sí estás completamente satisfecho con la persona que eres, entonces... Has dicho que no cambiarías nada porque sabes que sean cuales sean las vivencias por las que hayas tenido que pasar de niño al final todo eso te ha hecho quien eres y te ha conducido al éxito que hoy tienes. Así que ¿no habrías hecho nade de forma diferente?
MJ: No. Poseo esa sensibilidad especial hacia los niños debido a mi pasado y con eso soy feliz.
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